Hace unos días, y no precisamente porque no tuviera nada que hacer (tenía muchas cosas que hacer, lo que me faltaban eran ganas para empezarlas) me encontré un juego del cual soy adicto, además, viene ad hoc para este fin de semana.
Se llama Zombie Burguer y el link viene aquí abajo para cuando deseen jugarlo. Lo único que tienen que hacer es servir comida a un montón de zombies molestos, sedientos de sangre fresca y con mucho antojo de unos cerebros con una lengua en medio, al estilo de una hamburguesa huamana.
El juego tiene cinco niveles, y un nivel dónde tendrán que ganar cuanto dinero puedan en dos minutos, pero ojo, los zombies, al igual que los humanos, se molestarán si no los atiendes en cuanto lleguen y se irán si no reciben su orden, además, las lenguas y los dedos que van en la parrilla se queman después de un rato y si las entregan así te darán $5 cuando deberían de pagar $17 por un hot dog con un dedo, por ejemplo.
¿Apoco no se les antojan unas hamburguesas o unos hot dogs? Lo mejor de éste juego es que con la crisis que existe actualmente, no se morirán de hambre cuando se queden desempleados, pues ya tienen suficiente experiencia para abrir un carrito de hot dogs afuera de algún antro o universidad.
No es broma, la comida siempre es un negocio redituable, y los clientes invariablemente se comportarán como los zombies del juego, así que no tienen nada que perder, juéguenle, digo, por si acaso.
Aquí les dejo el link porque sé que por aquí no es tan divertido jugarlo
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