jueves, 2 de octubre de 2008

A 40 Años de la Masacre en Tlatelolco












Son ya 40 años de la Represión del movimiento estudiantil. Un escarmiento, sangriento por demás, que seguramente cumplió su cometido al tratar a los estudiantes como criminales políticos, acusados de ser manejados por el comunismo internacional para desprestigiar los juegos olímpicos que se inagurarían tan solo 10 días después de lo sucedido en Tlatelolco.

Hoy, 2 de Octubre del 2008, poco se ha esclarecido respecto al caso, demostrando que en México se pueden cometer todo tipo de crímenes sin que sean castigados, nadie hasta hoy ha sido declarado culpable de la matanza de la Plaza de las Tres Culturas, nadie ha pisado la cárcel pagando condena por los asesinatos de los jóvenes que se reunieron en Tlatelolco el 2 de Octubre de 1968 en un meeting pacífico.
Ordaz por su parte, murió casi 10 años después, cavando su propia tumba, primero con sus problemas gástricos, el descontento del pueblo y sus declaraciones donde aseguraba que había actuado apegado a la constitución, y más tarde reclamando el título de héroe al decir que había salvado al pueblo de México ¿Pero de qué los salvó?

Y así como murió Díaz Ordaz, las madres de los estudiantes muertos y desaparecidos aquel 2 de Octubre murieron sin que nunca se encontrara el culpable o se les hiciera justicia. La mayoría de ellas, si no es que todas, no vivieron para ver como se le hacía un arraigo domiciliario de apenas unos días a Luis Echeverría, para que después se le encontrara inocente y se le pusiera en libertad en una patraña política que intentaba esclarecer los hechos y encontrar culpables, sin mayor éxito, simplemente evidenciando la imposibilidad de hacer justicia.
Aunque, de ser así, 40 años después ¿se puede hablar de justicia?

Aquí les dejo un documental de 30 minutos que narra, sin entrar en tintes políticos, lo que sucedió en Tlatelolco en 1968 y más que recordar lo que sucedió hace 40 años (pues ya sabemos que el 2 de Octubre no se olvida) esta fecha nos debería de servir para darnos cuenta del país en el que vivimos, el paraíso de la impunidad, dónde no importa qué tipo de crimen se cometa, si se asesina a uno a trescientos mexicanos, la justicia puede buscarse 40 años después, aunque en nuestro país, la justicia en 1968 y en 2008 no es más que un cuento para las clases de civismo. Una utopía.

Parte 1


Parte 2


Parte 3


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