viernes, 5 de diciembre de 2008

Teenage Drama con Colmillos

Catherine Hardwicke, directora que se diera a conocer en el 2003 con A los Trece (Thirteen) y se ganara un lugar dentro del circuito independiente, trae a la pantalla grande la adaptación de la novela de Stephenie Meyer: Crepúsculo (Twilight).

Siguiendo la línea de los más recientes éxitos cinematográficos basados en novelas secuenciales como Harry Potter y El Señor de los Anillos, Crepúsculo nos narra la historia de Bella Swan (Kristen Stewart) una adolescente que se muda de Arizona al pequeño pueblo de Forks en Washington, donde conoce a Edward Cullen (Robert Pattinson) un chico completamente diferente a los demás, y de quien Bella se enamora perdidamente. Aunque al mismo tiempo que su amor crece, Bella se va dando cuenta que Edward en verdad es un vampiro, y este lucha contra sus más profundos instintos tratando de mantener Bella a salvo, pues como es bien sabido, este tipo de criaturas se alimenta de sangre, aunque la familia de Cullen ha decidido no beber sangre humana, y Edward, más que encontrar en Bella un delicioso aperitivo, se encuentra con lo que ha estado esperando por noventa años: su alma gemela.

La historia tiene su mérito real en la novela, aunque la adaptación no resulta del todo mala, pues la psicología de los personajes, en especial la de los vampiros, se ve reflejada perfectamente desde los cortes de cabello y los matices cada uno de los actores le da a sus personajes.

Hardwicke hace un buen trabajo en la dirección, aunque el guión termina siendo lento y soso; el planteamiento del problema es tedioso, la primera hora de la película está dedicada a mostrar al espectador que los Cullen son vampiros, cuando es algo que ya sabíamos desde el inicio de la película. Las secuencias de acción son muy cortas, el planteamiento de los villanos es torpe, el Némesis de nuestro héroe apenas tiene peso dentro de la historia, la batalla final es casi inexistente, y los efectos especiales dejan mucho que desear. Pero por sobre todas las situaciones que hacen que la película se vuelva torpe, hay uno que los seguidores de las historias del Conde Drácula y sus parientes no soportarán: Los vampiros no tienen colmillos, no se destruyen cuando les da la luz y pueden ser fotografíados cual celebridades de Hollywood, en pocas palabras, toda la tradición mitológica de los vampiros ha sido modificada en Crepúsculo para traernos una versión oscura de lo que bien podría ser un Dawson’s Creek.

No cabe duda que Crepúsculo, rompe con todos los paradigmas de historias previas de vampiros, ayudado por Pattinson a quién por cierto vimos en Harry Potter y La orden de Fénix (2007) el personaje de Edward Cullen no tardó en volverse el amor platónico de las adolescentes, aunque, no me parece la mejor de las ideas que las jovencitas de hoy en día sueñen con enamorarse de un vampiro, tomando en cuenta que la sociedad mundial ya está bastante deprimida, el hecho de enamorarse perdidamente de un chupa sangre no es lo que las madres desean para sus hijas.

Sin más mérito que una adaptación promedio de una novela romántica para adolescentes y el hecho de que seguramente Meyer y Hardwicke lograron que Bram Stoker se retorciera en su tumba, Crepúsculo es una película que cumple sus dos cometidos principales, el primero, recaudar millones de dólares en taquilla y el segundo entretener al espectador por una hora y media, aunque para ser sincero, dudo que las secuelas tengan el éxito que han tenido Harry Potter, El Señor de los Anillos y ni siquiera Las Crónicas de Narnia.

Mi recomendación por supuesto es que no gasten su dinero en ver algo tan meloso, a menos que sean unas niñitas soñadoras y sobre todo emos que sueñen con enamorarse de un vampiro, porque no me van a decir que esta historia no es la más emo que han visto en años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Debo, necesariamente, aceptar que yá ví la tan aclamada pelicula. Debo reconocer así mismo, que me gustó, me gustó el hecho de una familia de vampiritos buenos y sobretodo muy guapos jajajaja. El hecho de que se tiren un poco los mitos tradicionales de vampiros, donde todos perse son malos, a escepción de Louis en "Entrevista con el Vampiro", lo hace, desde mi perspectiva, algo nuevo e interesante a descubrir. En cuanto a la historia de "amor", creo que no deja de ser el ideal de una sociedad reflejado en una pelicula donde resulta ser que los enamorados, uno hermoso y experimentado y la otra triste y con una autoestima por debajo del piso, tambien lo hace interesante. Aunque pareciera a simple vista una historia melosa como muchas otras ya vistas, me parece interesante el "riesgo" que está dispuesta a tomar la protagonista con tal de estar con su amado vampirito, aunque sea sólo el reflejo de su bajisima autoestima y pensamientos vagos de suicidio, aunque cabe aclarar que no me parece en absoluto que Bella padesca una depresion. Simplemente desde mi punto de vista, su baja autoestima es el resultado de la "dura" adolecencia y más viviendo en EUA. En fin, resumiendo, la peli, cursi, con momentos interesantes, reflejando la intensa busqueda de una identidad de cada uno e idealizando la idea del amor perfecto y absoluto (que en lo personal no me parece nada inhumana sino todo lo contrario), taquillera, con una buena estética, lenta, pero cumple el cometido de dejarte sentado en la butaca interesado en cómo terminaran los dos amantes. Sugiero leer tambien el libro, que aun con la buena adaptación del libro, es mucho más placentero descubrir los detalles que posiblemente el screenplayer se reservó.

Jimmyboy

Ondina dijo...

Pues yo la voy a ir a ver hoy, complaciendo los caprichos navideños de una adolescente de 13 años... y aunque la película "A los Trece" me pareció muy bien dirigida, espero que esta versión del Best Seller no me decepcione.

Como dice Jimmyboy, es el reflejo de la sociedad actual, y sí, como bien dices tú, tiene que ser emo, por supuesto. Y coincido en que (esperemos) la saga (porque eso pretende ser) no tenga el mismo éxito que los Potter, los Anillos o los Narnia. Por salud mental, espero que no...