jueves, 12 de febrero de 2009

¡Vamos México!


Sigamos perdiendo para no perder la costumbre.

Ahora le pregunto a la porra... ¿para qué quieren que vayamos al mundial?
¿De verdad creen que un día, en cualquier futuro, cercano o lejano, regido por los 4 años reglamentarios de espera entre un mundial y otro, vamos a ganar una copa del mundo?
Si perdimos en Ohio ¿creen que no vamos a perder en Sudáfrica?

Bien dicen que la esperanza nunca muere y de hecho la esperanza cura muchos males, pero la esperanza fundamentada, cuando existe de hecho algo que esperar, aquí no hay nada para quedarse, sólo más derrotas.

Y acepto que, aunque no soy muy adepto al soccer, sí quiero que México vaya al mundial. Cada 4 años de mundial, incluso cuando yo desde hace mucho perdí la esperanza en nuestro equipo de soccer, en el gobierno, en el cine y en casi todo; la copa del mundo siempre es un buen pretexto para fiestear, celebrando nuestras derrotas y alimentando este deseo periódico, de que al menos, lleguemos a los cuartos de final.

No tengo más que decir, estoy ardido, ardido, ardido... pinches gringos, pero más pinches los mexicanos por jugar tan mal.

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