No sólo pasa en el Tercer Mundo

Hasta hoy, estaba convencido de que los casos de severo fanatismo, como peregrinaciones que terminan con saldos de varias personas muertas, hombres haciéndose explotar en nombre de Dios, y muchos otros ejemplos eran exclusivos del tercer mundo.

Sigo convencido, sin embargo, de que sí suceden más en países menos desarrollados, aunque en esta ocasión fue en Holanda, donde Andries Knevel, durante una emisión del programa "Dios creó a Darwin" aseguró que se puede "ser un cristiano ortodoxo y no creer que la Tierra fue creada hace miles de años en seis veces 24 horas".

Aquí, al señor seguramente lo hubieran crucificado (ah no, eso lo hubiera puesto a la altura de Cristo) Lo hubieran quemado en leña verde y el hombre al final hubiera murmurado "Y sin embargo se mueve" (prueba de que estamos siglos atrasados en tecnología, ciencia, economía, pero por sobre todo ideología)

La diferencia entre México y Holanda es que allá en el primer mundo, simplemente los patrocinadores retiraron su apoyo y Knevel no hizo más que disculparse, por la polémica, más no por su comentario, y decir que lo que dijo no corresponde a nadie más que a él.

Lo que me hace sentir un poco de alivio, es saber que no sólo en México las ideas individuales son censuradas, incluso en un programa diseñado para crear el debate en torno a la creación, como lo es "Dios creó a Darwin". La parte bella del debate es expresar diferentes puntos de vista, sólo que el del conductor Holandés les pareció radical, lo que me hace creer que más que ser un programa de debate, era un programa para hacernos creer de nuevo que Dios creó al mundo y las mujeres son producto de nuestra costilla y que Dios nos expulsó del paraíso, y por supuesto, que Darwin y su selección natural son cosas del Diablo.

Así que si creían que nuestra Televisión estaba por los suelos con programas como "La rosa de Guadalupe" (obviamente es la Virgen de Guadalupe) y los programas a media noche de "Pare de sufrir", no se queje tanto. En holanda hay varías cadenas de TV abierta que organizan su transmisión (y sus presupuestos y patrocinios) según su ideología. Si eso pasara aquí, tendríamos un canal de Super-derecha patrocinado por el PAN y Bimbo (qué combinación tan curiosa sería eso) y los radicales de Super-izquierda con Obrador como el Director de Programación y con invitados internacionales de la talla de Andries Knevel, todos, condenados a seguir transmitiendo desde el infierno.